miércoles, 20 de agosto de 2008

Inundación

Somos una especie en peligro de extinción,
no porque faltemos, cada días somos más
los hombres con el síndrome del doble corazón
y la debilidad a flor de piel en la canción.

Y estamos en peligro por el peor depredador
ese que manipula a conciencia la razón
y juega como gato con ratón a una ruleta
que es rusa si la musa que me inspira es el dolor.

La sequía de poesía se volvió inundación.
Ahora, si no escribo, miro al techo en mi rincón,
o echo la ventanta por la casa sin pensar...
el viernes, los amigos, gasolina al incendio.

Voy a mirar los crímenes en las noticias hoy:
quiero olvidar el tuyo, violento y sin compasión.
Voy a mirar el fútbol para sedarme de vos
la guitarra no ayuda, ni la duda, ni tu voz.

Es temprano pero tarde, dan las cinco en el reloj.
No me sobran las sonrisas, ni me hundo en este mar:
mar de rostros que marean y arrastran a voluntad
a los corazones blandos que endurecen al llorar.

1 comentario:

- dijo...

Amor ¿Dónde estás? ¿Con quién estarás?


Mis manos que te sueltan por miedo a fracasar.