domingo, 1 de junio de 2008

La caída.

Joaquín se encontraba sentado plácidamente en la esquina, pensando en vaya a saber qué y mirando distraidamente las margaritas de la señora de enfrente. Casi por casualidad, en ese mismo instante, en esa misma hora, Violeta pasó por allí, él la miró y sintió una sensación imposible de explicar en el pecho. Antes de darse cuenta ya le había dicho hola, ella le dijo Buen día y le regaló una sonrisa tan linda, que Joaco no pudo soportar.
No te vayas - Le dijo.
¿Y por que no me voy a ir? - preguntó Violeta.
Porque si te quedás te aseguro que va a valer la pena, nunca me pasó esto, estoy anonadado, siento que alguien planeó esto para que nos encontremos.- Explicó Joaquín, mientras la miraba con ojos que imploraban amor.
Bueno me voy a quedar, pero vos me tenés que hacer una poesía con la voz.
Tan linda como una flor, tan oscura como una oscuridad, quedate conmigo no quiero mas soledad - Recitó el.
No me dejes caer - respondió la chica, se levantó y apuró para irse.
Para, quiero volver a encontrarte decime algo de vos.
Leo poesía hasta la nausea, me gusta como sabe la sangre y nunca me había enamorado hasta recién.- Respondió Violeta, dio vuelta la cara y desapareció.
Joaquín desde ese encuentro nunca fue el mismo, solo quería volver a encontrarla, sabía que en alguna parte del mundo había una Violeta y que el no la tenía que dejar caer.

1 comentario:

Unknown dijo...

Al ver el título pensé que iban a hablar de Hitler, posta...


Que lindo sería que la gente pudiera hacer lo que Joaco hizo tan frescamente. Daría gran parte de mi experiencia vivida por la soltura con la que este muchacho le declaró a una desconocida su misterioso amor a primera vista.

Que fresco, cararrota y diferente, que bueno vivir como esta gente...

Perdón por lo último, tenía que ponerlo, sino no sería yo, jeje.

Un abrazo a ambos, pero a la señorita uno mas caluroso, espero no te moleste Aru, sabes de mi predilección por las mujeres, sabes también que lo nuestro no puede ser, por mas que insistas (?)

Besito en las costillas flotantes.

Mauro N. Bianchi
Periodista
Supervisor
Un tipo genial...